sábado, 10 de abril de 2010

SÍNTOMA, AMOR Y LAZO SOCIAL

Por Fabiana Chirino O.
El ser humano es un ser social por naturaleza, postula la psicología. Ubicando a la relación con el otro en el orden de lo natural, de lo común e intrínseco a todo sujeto, como una capacidad y necesidad de vincularse con otros de su especie. Sin embargo el psicoanálisis planteará que no hay nada de natural en el lazo social, en tanto es una construcción posibilitada por el lenguaje y por lo tanto marcada por el desencuentro y la imposibilidad de una relación unitaria que promete hacer de dos sujetos: Uno. Si el sujeto hace lazo con el otro, como efecto de la marca significante, de su inclusión en el campo del Otro del lenguaje, cabe darle al síntoma una función. Esto porque lo que al ser hablante le permite relacionarse es cierta modalidad singular de goce, subyacente en el síntoma. Así, el síntoma como una construcción subjetiva que entrama la paradoja del goce: mal- estar en una dimensión, y placer o ganancia en otra, se constituye en lo más propio de un sujeto, en tanto condensa su historia y los recursos propios de su estructura. De modo que el síntoma pasa de ser una categoría eminentemente simbólica, que a modo de metáfora incluye el desplazamiento de contenido inconsciente que lo causó, a inscribirse como el cuarto nudo que en la neurosis enlaza lo simbólico (significantes), lo imaginario (identificaciones) y lo real (punto irreductible de goce). Es un efecto del nombre del padre y del pasaje por el Edipo, que se constituye en una modalidad en la que el sujeto se sostiene para hacer lazo con el Otro. Esta teorización, correspondiente al último momento de la enseñanza de Lacan, nos remite al uso del síntoma y al trabajo de análisis, que a diferencia de la psicoterapia no se “esmera” en levantar el síntoma, sino en vaciarlo de su sentido de goce. Goce sentido, sentido de goce son elementos que el sujeto neurótico transporta en sus dichos, explicaciones e interpretaciones de aquello inaprensible, inasible por la lengua y que es la No existencia de La Relación Sexual, entendida como la ficción de la unión y comunión de dos en Uno, metáfora del amor. Lacan en el Seminario XX, Aún dirá: “El amor es impotente, aunque sea recíproco, porque ignora que no es más que el deseo de ser Uno, lo cual nos conduce a la imposibilidad de establecer la relación entre ellos. ¿La relación de ellos, quiénes? – dos sexos” (Lacan; 2006:14) (1). Es por ello que frente a la imposibilidad e impotencia de hacer de dos, Uno, y la angustia frente al vacío de significación que represente a La Relación sexual, el neurótico “inventa” un síntoma, una forma de hacer lazo y de hacer consistir la relación entre un hombre y una mujer, como una proporción sexual, que asegure la felicidad en el encuentro. Se trata de un intento fallido que a pesar de sostener al sujeto en una posición, no logra cubrir la hiancia, de allí su insistencia y repetición. Notas: (1) Lacan, Jacques. Seminario XX: Aún. Ed. Paidos, Ed. 2006